Provetas con el líquido milagroso |
Los nuevos resultados, basados en los preliminares presentados en diciembre de 2013, incluyen los datos de los primeros 25 niños y adultos jóvenes (de 5 a 22 años) tratados en el Hospital Infantil de Filadelfia y los primeros cinco adultos (de 26 y 60 años) atendidos en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania. En total, 27 de los 30 pacientes que han participado en los estudios han logrado una remisión completa, un término similar a la curación, después de recibir una infusión de sus propias células inmunes, y el 78% de los pacientes estaba vivo a los seis meses del tratamiento.
Injección de la cura experimental |
La terapia experimental CTL019 comienza con las propias células T de un paciente; éstas se recogen a través de un proceso de aféresis similar a la donación de sangre y a continuación se reprograman a través de una técnica de transferencia genética que ‘enseña’ a las células T a atacar y destruir las células tumorales. Las células modificadas resultantes contienen una proteína similar a anticuerpo conocido como un receptor quimérico antígeno (CAR), que está diseñado para unirse a la proteína CD19 que se encuentra en la superficie de células B, incluyendo las células B tumorales que características varios tipos de leucemia.
Una vez que se han obtenido las células que los investigadores han llamado «cazadoras» (por su capacidad de atacar y destruir las células tumorales), se vuelve a transfundir al paciente, donde se multiplican y atacan a las células cancerosas. Además, gracias a la manipulación del antígeno CAR, los investigadores hacen que las células se multipliquen rápidamente hasta forma un ‘ejército de células cazadoras’ dispuestas a la matanza de las células tumorales. De hecho, los test han mostrado que por célula trasplantada pueden crecer hasta más de 10.000 nuevas en cada paciente.
Visión molecular del virus |
Leucemia vista desde una radiografía |
Las pruebas de todos los pacientes que experimentaron una remisión completa también mostraron que sus células B no cancerosas normales, que también expresan la proteína CD19, se habían eliminado junto con sus tumores. Los investigadores señalan que la ausencia persistente de células B normales después del tratamiento CTL019 indica actividad continua de las células T modificadas genéticamente, lo que se cree que podría proporcionar a largo plazo una actividad similar a una vacuna para la prevención de la recurrencia del tumor, señalan los investigadores.
«Nuestros resultados apoyan que la terapia con CTL019 puede producir remisiones duraderas en los pacientes que han fracasado a tratamientos previos sin la necesidad de una terapia adicional», sostiene Noelle Frey, del Abramson's Cancer Center. Es, para los pacientes que ya han sufrido una recaída después de un trasplante de células madre, o que no tienen ninguna opción para los donantes, «una nueva esperanza».
«Nuestros resultados apoyan que la terapia con CTL019 puede producir remisiones duraderas en los pacientes que han fracasado a tratamientos previos sin la necesidad de una terapia adicional», sostiene Noelle Frey, del Abramson's Cancer Center. Es, para los pacientes que ya han sufrido una recaída después de un trasplante de células madre, o que no tienen ninguna opción para los donantes, «una nueva esperanza».